Scans de la Revista Another Man...

Julio 4, 2009. Día de la independencia. Robert Pattinson regresa al hotel donde se está quedando en New York donde se está quedando todo el verano mientras hace "una película independiente muy pequeña de bajo perfil" entre el descanso de las grabaciones de las siguientes dos películas en la serie de Crepúsculo. Sólo uno de los films ha llegado a los cines hasta ahora -ya hay otra en la lata y la tercera la grabará este invierno- pero ya este buenmoso londinense de 23 años, de hablar suave y gentil, ya está siendo asociado en el mundo entero con Edward Cullen, el vampiro adolescente en el corazón de las increiblemente exitosas novelas fantásticas
de la autora americana Stephenie Meyer. Él es una cara bonita en el corazón de un fenómeno.

Es por eso que cada vez que Pattinson se para frente a la cámara para Allen Coulter, el director de 'Remember Me', el pequeño film que él está grabando en Manhattan este verano, él siempre puede ver una multitud con el rabillo del ojo. Una multitud de devotos. No ayuda que éste
haciendo la mayor parte de esta película en exteriores, en las calles de la Ciudad de Nueva York. "Ay hombre, esto es una completa locura", dice, medio suspirando, medio riéndose. "Es extraño que tú estés haciendo una pequeña película independiente, una historia muy sutil y tienes como a 5.000 personas mirándote".

Ni siquiera hay algo que puedas ver, dice. Nada espectacular, al menos. "Yo estás allí pensando que toda esa multitud deben estar pensando: él no está haciendo nada. No es una actuación muy dramática para nada". ¿No lo vuelve loco toda esa atención cuando está tratando de trabajar? "Eso distrae increiblemente", dice rasonablemente. "Es lo más duro que he hecho en mi vida.
yo ni siquiera sé que estoy pensando la mitad del tiempo. Yo simplemente estoy tratando de mantenerme en calma."

Si tú nunca has leído una de las cuatro novelas de Crepúsculo o visto la película -lo cual, si eres un hombre y tienes más de 25, podría no ser una omisión muy sorpresiva- te podrías estar preguntando acerca de qué es exactamente toda esta conmoción. Pero imagina esto: Los libros de Meyer, cuentan la historia de una adolescente, Bella Swan, interpretado en las películas por Kristen Stewart. Ella es una sensible y solitaria jovencita de un hogar roto en Phoenix, Arizona quien se muda al Estado de Washington y se enamora de su malhumorado compañero de
clases, Edward Cullen, sólo para descubrir pronto en el medio de su cortejo que él proviene de una familia de vampiros -vampiros buenos, quienes beben sangre animal en vez de humana. Y así su relación se vuelve inmediatamente peligrosa y prohibida. Una mordida de una rabioso Edward, y Bella se convertiría en una vampiresa. Un movimiento en falso, y ella podría ser aquilada por los enemigos de su novio. El romance y la castidad se encuentran en una enrollada historia gótico-moderna.

Las pasiones adolescentes encuentran su trágico destino, lo cual es una receta intoxicante para las jóvenes fans de los libros y la película, especialmente aquellos que están pasando por embrollos similares, en el mundo más pedestre y menos sobrenatural de su propio salón de clases y habitaciones. Recuerda también que Pattinson con sus ojos hundidos, afilada mandíbula y cabello salvaje, ofrece una presencia ensimismada y condenada en pantalla. Su look al estilo Byron y los extraños orígenes de su personaje, lo convierten en el trágico chico de calendario de los suburbios americanos. No hay que preguntarse, porqué entonces hay multitudes de jovencitas esperando para seguir todos y cada uno de sus movimientos.

Cuando el tomó el rol en Crepúsculo, Pattinson tenia muy pocos créditos a su nombre. Fue una apuesta hecha por parte de los productores el entregar un personaje adorado por las fans de los libros (el primero vendió 17 millones de copias) a un lindo pero desconocido joven británico. Pattinson, quien creció en Londres y dide que "simplemente caí en la actuación", despues de un pequeño intento como joven modelo, promero captó la atención en una pequeña parte en dos de las películas de Harry Potter en 2005 y 2007.

"Creo que estuve yendo a las grabaciones de Harry Potter por cerca de 11 meses y de esos 11 meses trabajé apenas 11 días", recuerda riéndose. "Cuando finalmente llegué a trabajar, fue más un alivio que cualquier otra cosa".

En el 2007 cayó en el rol de un joven Salvador Dalí en Little Ashes, una minúscula película Europea que luego recibió una exibición más grande debido al éxito de Crepúsculo, "Lo hubiera hecho diferente si hubiera sabido que habría gente que realmente lo vería", bromea.

¿Estaba Pattinson al tanto de la lealtad de las fans de los libros de Crepúsculo? Parece que la base de fans medio obsesivas pueden ponerse rabiosas y hasta odiar cuando la adaptación no es de su gusto. ¿Sabía él en lo que se estaba metiendo? "Es extraño porque aunque las cifras muestran que los libros son muy exitosos y han vendido millones de copias, no podías ni siquiera comprarlos en Londres. Intenté en un par de librerías y no estaban disponibles. Difícilmente alguien que conociera los había leído excepto por una chica, amiga de mi hermana. Yo no tenía idea en lo absoluto. Había visto a Kristen Steawrt en 'Into the Wild' y algo del trabajo de
la directora Catherine Hardwick, y eso fue todo lo que pensé sería, algo realmente pequeño".

Pequeño, no fue. El primer Crepúsculo costó cerca de 37 millones de dólares, pero tuvo una taquilla de 70 millones de dólares en su fin de semana de estreno en los Estados Unidos en noviembre 2008. Para abril 2009, su taquilla final en los Estados Unidos llegaba a los 191 millones de dólares. Globalmente hizo alrededor de los 382 millones. Pero el actor considera que el no fue el único en la oscuridad acerca de su atractivo. "Yo no creo que nisiquiera la compañía de producción tuviera idea de la extensión del éxito que ellos tenían en sus manos hasta el fin de semana de su estreno", dice.

Él suena divertido y un poco asombrado por toda la situación. Él también suena aliviado de estar pasando el verano actuando otro rol diferente al vampiro, a pesar de que sea uno en una forma humana muy atractiva.

En 'Remember me, está representando un normal, aunque un poco tostado, muchacho de 21 años estudiante de la NYU, buscando su dirección en la vida. "Quería hacer algo que no fuera tan tieso como en Crepúsculo", explica. "Mucho de ese personaje es acerca de reprimir lo que se traduce en todo lo demás cuando estás actuando. Yo quería hacer algo más relajado, lo cual definitivamente es este nuevo film. Nunca he hecho un personaje de un muchacho normal. Siempre he hecho algún tipo de drama o algo sobrenatural".

Sus modales son muy relajados. Él no suena como alguien con mucho empuje o ambicioso, es más como que está yendo con la corriente y disfrutando las cosas. ¿Va él a aprovechar su recién encontrada fama y atractivo taquillero para acercarse al tipo de productores con los que quiere trabajar en el futuro? Él no está seguro. "Fastidiosamente, hay muy pocas partes que siento yo puedo agregarle algo, o que quiera hacer". Pero él sabe lo que no necesita. "No quiero ser un actor por sólo serlo, no encuentro ningún placer particular en ser un perseguidor de atención". El suspira y bosteza y dice que no va a estar buscando ninguna fiesta o parrillada este 4 de julio. Él quiere descansar, saborar un raro día fuera de las cámaras y la multitud. Pero él es joven, digo yo. Él puede manejarlo. "Sí, o simplemente me voy a quemar", ríe disimuladamente. "Estoy cada día más ojeroso y exausto".